Hablemos de Seguros de Líneas de Personas y el Ciclo de Riesgos de las Personas, pero primero debo de definir un marco de referencia fundamental:
“El Ciclo de Riesgos de las Personas”.
Este ciclo está basado en un principio: Todo ser humano, por el hecho de vivir y llevar a cabo una actividad, está expuesto e incurre en riesgos, los cuales tiene mayor o menor probabilidad de suceder (frecuencia), y mayor o menor impacto económico (severidad). Considero que el comprender y exponer este ciclo, facilita el proceso de presentación y exposición de los seguros de líneas personales, faciliatndo la comprensión de los mismos para la mejor toma de desición.
Tomando lo anterior como base, las personas incurrimos en todo momento en cuatro riesgos, cada uno con su propia probabilidad y severidad. Estos cuatro son:
El Primer Riesgo: la Salud y Accidentes:
Este riesgo, a mi juicio, es el de mayor probabilidad y potencialmente de muy alta severidad. Su cobertura se logra a través de pólizas de gastos médicos mayores, de accidentes personales, o de enfermedades graves. No tener en el haber personal y familiar una póliza que cubra estos riesgos significa estar expuesto a una pérdida económica sustancial que demerita el patrimonio personal y familiar de manera significativa. No cubrir este riesgo es tanto como jugar a la ruleta rusa patrimonial. Por esta razón es lo primero a cubrir.
El Segundo Riesgo, la Vida:
Este riesgo se refiere a “vivir poco”, es decir morir de forma temprana en el cliclo normal de la vida. Con los avances científicos y genómicos, esta probabilidad ha bajado, y para ello solo basta conocer nuestra actual esperanza de vida la cual es de 77.8 años en la mujer y de 72 años en el hombre, según la Sociedad Mexicana de Demografía (Somede). Así mismo y de acuerdo a un artículo publicado recientemente por el FMI (Fondo Monetario Internacional) la expectativa de vida se ha incrementado en el mundo de un promedio de 48 años en 1950, a 60 años en 1980 y a cerca de los 80 años en 2020. Esto quiere decir que la probabilidad de una muerte temprana ha bajado. Sin embargo la severidad económica (y familiar) es altísima y en ascenso por el solo hecho del incremento en el costo de la vida constante y creciente. Un buen Seguro de Vida no solo resuelve totalmente los problemas financieros de la unidad familiar, pero si fomenta precisamente eso: la UNIDAD familiar. Por esto es el segundo riesgo a mitigar.
El Tercer Riesgo, el Retiro:
En este caso el riesgo es exactamente lo contrario al anterior, es decir vivir mucho. Su impacto económico es muy relevante en una etapa de la vida en la que se tiene menor productividad con lo cual abona a la severidad. Si no se tiene visualizado este riesgo, ¡solo falta preguntarle a un médico, dentista, ortodonsista, abogado o contador independiente lo que significa no planear y mitigar este riesgo! Afortunadamente a través de diversos planes de Seguro para el Retiro, incluyendo los planes personales de retiro (PPR) establecidos en la regulación fiscal, hay muchas alternativas para mitigar esta situación con ventajas importantes. Pienso que este tema será cada vez más importante conforme los “baby boomers” alcancen edades de retiro, ya que el impacto económico en diversas sociedades, incluida la nuestra, es ya una bomba de tiempo. Por esta razón, este es el tercer riesgo a considerar.
El Cuarto Riesgo, el Patrimonio:
En este plano pongo en primer lugar a la casa habitación (por ser el patrimonio más importante de la familia), en segundo a la responsabilidad civil (por su potencial severidad); y finalmente a la cobertura de Autos (por su alta probabilidad de siniestro y su impacto en el patrimonio personal o familiar), y así el cuarto y último riesgo a considerar.
![](https://asprisma.mx/wp-content/uploads/2022/08/Cuadro-del-Ciclo-de-Riesgos-de-las-Personal.png)
Por tanto, al planear patrimonialmente los riesgos y cubrirlos, bien vale la pena hacerlo con una visión integral y riesgo por riesgo, a fin de dotar soluciones a cada uno de ellos.
Jaime Massieu Gosslein